martes, 20 de agosto de 2013

ACTINOMICOSIS




1.         Descripción - Enfermedad bacteriana crónica localizad mayor frecuencia en la mandíbula, el tórax o el abdomen. Las lesiones, áreas purulentas y fibróticas firmemente induradas, se extienden con lentitud a los tejidos contiguos; con el tiempo pueden formarse fístulas que desembocan en la superficie. En el tejido infectado  microorganismo se multiplica en cúmulos llamados "gránulo de azufre".
El diagnóstico se confirma por la demostración de bacilos del grampositivos no esporógenos, con ramificaciones o sin ellas, o nulos de azufre" en tejido o pus, y por el aislamiento de microorganismos a partir de muestras de materiales clínicos adecuado contaminados con la flora normal al obtenerlos. El cuadro clír los cultivos permiten distinguir entre actinomicosis y actinoi toma, que son enfermedades muy distintas (véase Micetoma).

2.         Agentes infecciosos - Actinomyces israelii es el agente patógeno habitual en el ser humano; también se ha señalado que A. naeslundii  A. meyeri, A. odontolyticus y Propionibacterium propionicus (Arachnia pionica o Actinomyces propionicus) causan actinomicosis en los : humanos. En raras ocasiones se ha notificado la presencia de A cosus, pero se ha establecido con mayor probabilidad que este es un agente que contribuye a causar la periodontitis. Todas las especies son; bacterias superiores grampositivas, no acidorresistentes, que van anaerobias a microaerófilas y que pueden formar parte de la flora normal de la boca.
3.         Distribución - Enfermedad poco frecuente en los seres humanos, que se presenta esporádicamente en todo el mundo. Puede 1 tar a hombres y mujeres de todas las razas y grupos de edad, mayor frecuencia se observa entre los 15 y los 35 años de edad; la proporción entre hombres y mujeres afectados es de 2:1, aproximadamente. Los casos en bovinos, caballos y otros animales son causa por otras especies de Actinomyces.
4.         Reservorio - El reservorio natural de A. israelii y otros agentes es el ser humano. En la cavidad bucal normal, los microorganismos; desarrollan como saprofitos en la placa dentobacteriana y en las criptas amigdalinas, sin penetración manifiesta ni respuesta celular de tejidos adyacentes. Los estudios microscópicos de muestras obtenidos en Estados Unidos, Suecia y otros países han demostrado la presencia de A. israelii en granulos de las criptas en 40% de las amígdalas extirpadas y, en cultivo anaerobio, hasta en 48% de las muestras

saliva o material de dientes cariados. Se ha detectado A. israelii en la secreción vaginal de alrededor de 10% de las mujeres que usan dispositivos intrauterinos. No se ha demostrado que exista un reservorio en el ambiente externo, como la paja o la tierra.
5.         Modo de transmisión - Se cree que el agente pasa por contacto de persona a persona como parte de la flora normal de la boca. Desde la cavidad bucal, el microorganismo puede ser inhalado a los pulmones o introducirse en los tejidos de la mandíbula a través de una lesión, extracción dental o excoriación de la mucosa. La afección abdominal casi siempre se origina en el apéndice vermiforme. La enfermedad clínica es de origen endógeno.
6.         Periodo de incubación - Irregular; probablemente muchos años después de la colonización de los tejidos de la boca y días o meses después del traumatismo desencadenante o de la penetración real de los tejidos.
7.         Periodo de transmisibilidad - No se sabe cuándo ni cómo las especies de Actinomyces y Arachnia pasan a formar parte de la flora normal de la boca; salvo por los raros casos de mordedura humana, la infección no se relaciona con la exposición específica a una persona infectada.
8.         Susceptibilidad - La susceptibilidad natural es baja. No se ha demostrado inmunidad después de la infección.
9.         Métodos de control
A.        Medidas preventivas: una buena higiene bucal, y en particular
Eliminar la placa dentobacteriana, reducirá el riesgo de infección en los tejidos de la boca.
B.        Control del paciente, de los contactos y del ambiente inmediato:
1)        Notificación a la autoridad local de salud: generalmente no se justifica la notificación oficial, clase 5 (véase Notificación).
2)        Aislamiento: no corresponde.
3)        Desinfección concurrente: no corresponde.
4)        Cuarentena: no corresponde.
5)        Inmunización de los contactos: no corresponde.
6)        Investigación de los contactos y de la fuente de infección: no es útil.
7)        Tratamiento específico: no hay restablecimiento espontáneo. La administración prolongada de penicilina en dosis altas suele ser eficaz; hay otras opciones, como tetraciclina, eritromicina, clindamicina y cefalosporinas. A menudo es necesario el drenaje quirúrgico de los abscesos.
C.        Medidas en caso de epidemia: no corresponden por ser una enfermedad esporádica.
D.        Repercusiones en caso de desastre: ninguna.

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