El diagnóstico se confirma por la demostración de bacilos del grampositivos no esporógenos, con ramificaciones o sin ellas, o nulos de azufre" en tejido o pus, y por el aislamiento de microorganismos a partir de muestras de materiales clínicos adecuado contaminados con la flora normal al obtenerlos. El cuadro clír los cultivos permiten distinguir entre actinomicosis y actinoi toma, que son enfermedades muy distintas (véase Micetoma).
2. Agentes infecciosos - Actinomyces israelii es el agente patógeno habitual en el ser humano; también se ha señalado que A. naeslundii A. meyeri, A. odontolyticus y Propionibacterium propionicus (Arachnia pionica o Actinomyces propionicus) causan actinomicosis en los : humanos. En raras ocasiones se ha notificado la presencia de A cosus, pero se ha establecido con mayor probabilidad que este es un agente que contribuye a causar la periodontitis. Todas las especies son; bacterias superiores grampositivas, no acidorresistentes, que van anaerobias a microaerófilas y que pueden formar parte de la flora normal de la boca.
3. Distribución - Enfermedad poco frecuente en los seres humanos, que se presenta esporádicamente en todo el mundo. Puede 1 tar a hombres y mujeres de todas las razas y grupos de edad, mayor frecuencia se observa entre los 15 y los 35 años de edad; la proporción entre hombres y mujeres afectados es de 2:1, aproximadamente. Los casos en bovinos, caballos y otros animales son causa por otras especies de Actinomyces.
4. Reservorio - El reservorio natural de A. israelii y otros agentes es el ser humano. En la cavidad bucal normal, los microorganismos; desarrollan como saprofitos en la placa dentobacteriana y en las criptas amigdalinas, sin penetración manifiesta ni respuesta celular de tejidos adyacentes. Los estudios microscópicos de muestras obtenidos en Estados Unidos, Suecia y otros países han demostrado la presencia de A. israelii en granulos de las criptas en 40% de las amígdalas extirpadas y, en cultivo anaerobio, hasta en 48% de las muestras
saliva o material de dientes cariados. Se ha detectado A. israelii en la secreción vaginal de alrededor de 10% de las mujeres que usan dispositivos intrauterinos. No se ha demostrado que exista un reservorio en el ambiente externo, como la paja o la tierra.
5. Modo de transmisión - Se cree que el agente pasa por contacto de persona a persona como parte de la flora normal de la boca. Desde la cavidad bucal, el microorganismo puede ser inhalado a los pulmones o introducirse en los tejidos de la mandíbula a través de una lesión, extracción dental o excoriación de la mucosa. La afección abdominal casi siempre se origina en el apéndice vermiforme. La enfermedad clínica es de origen endógeno.
6. Periodo de incubación - Irregular; probablemente muchos años después de la colonización de los tejidos de la boca y días o meses después del traumatismo desencadenante o de la penetración real de los tejidos.
7. Periodo de transmisibilidad - No se sabe cuándo ni cómo las especies de Actinomyces y Arachnia pasan a formar parte de la flora normal de la boca; salvo por los raros casos de mordedura humana, la infección no se relaciona con la exposición específica a una persona infectada.
8. Susceptibilidad - La susceptibilidad natural es baja. No se ha demostrado inmunidad después de la infección.
9. Métodos de control
A. Medidas preventivas: una buena higiene bucal, y en particular
Eliminar la placa dentobacteriana, reducirá el riesgo de infección en los tejidos de la boca.
B. Control del paciente, de los contactos y del ambiente inmediato:
1) Notificación a la autoridad local de salud: generalmente no se justifica la notificación oficial, clase 5 (véase Notificación).
2) Aislamiento: no corresponde.
3) Desinfección concurrente: no corresponde.
4) Cuarentena: no corresponde.
5) Inmunización de los contactos: no corresponde.
6) Investigación de los contactos y de la fuente de infección: no es útil.
7) Tratamiento específico: no hay restablecimiento espontáneo. La administración prolongada de penicilina en dosis altas suele ser eficaz; hay otras opciones, como tetraciclina, eritromicina, clindamicina y cefalosporinas. A menudo es necesario el drenaje quirúrgico de los abscesos.
C. Medidas en caso de epidemia: no corresponden por ser una enfermedad esporádica.
D. Repercusiones en caso de desastre: ninguna.
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